El Aprendizaje Basado en Problemas o PBL es una metodología activa que sitúa al alumnado en el centro de la experiencia de aprendizaje y que le permite desarrollar el pensamiento crítico, las habilidades para trabajar colaborativamente y la competencia comunicativa, desarrollando proyectos que tienen aplicación en la vida real. Estos proyectos surgen de plantearse cuestiones que afectan a su vida diaria, cuestiones que se insertan perfectamente en el currículo.

Sus principales fases de planificación son las siguientes:

  • Seleccionar los objetivos que pretendemos que los alumnos logren.
  • Escoger la situación/problema sobre el que los alumnos tienen que trabajar.
  • Orientar las reglas de la actividad y el trabajo en equipo.
  • Establecer un tiempo y especificarlo para que los alumnos puedan organizarse.
  • Organizar sesiones de tutoría para intercambiar ideas y exponer dificultades.