PROYECTO DE CENTRO “OÍDO COCINA”
En el Colegio María Inmaculada de Puertollano, la creatividad y el aprendizaje van más allá de las aulas convencionales. Este año, los estudiantes de todas las etapas educativas se sumergieron en un proyecto innovador que fusiona la educación con una temática deliciosa: “Oído Cocina”.
El proyecto “Oído Cocina” ha demostrado ser una oportunidad única para fomentar la colaboración y el compañerismo entre los diferentes ciclos educativos. Los estudiantes de primaria, infantil y secundaria han sido emparejados en hermanamientos gastronómicos, donde han trabajado juntos en diversas actividades relacionadas con la cocina. Este enfoque intergeneracional no solo ha fortalecido los lazos entre los alumnos, sino que también ha permitido un intercambio de habilidades y conocimientos.
Las aulas se han transformado en auténticos laboratorios culinarios, donde los estudiantes han llevado a cabo desempeños desde diferentes materias. Desde matemáticas aplicadas a las proporciones de ingredientes hasta la investigación histórica sobre la evolución de platos tradicionales, el proyecto “Oído Cocina” ha integrado de manera efectiva la gastronomía en el currículo académico.
El aprendizaje no se limita a las cuatro paredes del aula. Los estudiantes han tenido la oportunidad de explorar el mundo culinario de Puertollano mediante visitas a reconocidos locales de restauración, como “La Sal” y “Arroz&Roll”, supermercados. Estas experiencias no solo han enriquecido sus conocimientos sobre gastronomía, sino que también han permitido una conexión más estrecha con la comunidad local.
El proyecto “Oído Cocina” ha abierto las puertas del colegio a expertos en el ámbito culinario. Entre los destacados invitados se encuentra el renombrado heladero Adolfo Romero, quien compartió sus experiencias y secretos sobre la creación de helados artesanales. Además, nutricionistas han ofrecido charlas informativas, promoviendo una alimentación saludable y consciente entre los estudiantes.
El proyecto “Oído Cocina” ha dejado una huella imborrable en el Colegio María Inmaculada de Puertollano. Más allá de aprender recetas y técnicas culinarias, los estudiantes han adquirido habilidades sociales, trabajo en equipo y un aprecio más profundo por la diversidad gastronómica. Este enfoque multidisciplinario ha demostrado que la educación puede ser tan deliciosa como instructiva, transformando las aulas en auténticos banquetes de conocimiento.